Carta de un trabajador agradecido

Carta de un trabajador agradecido

De pequeña me decían trabaja en lo que te guste y nunca más volverás a trabajar. ¡Y cuánta razón tenían!

Llego a Aqua, la recepcionista detrás del mostrador te da los buenos días con una gran sonrisa y las baristas en la cafetería acaban de preparar todos los desayunos para cuando salgamos de entrenar.

Empiezo mi día con un buen entrenamiento de piernas, así que me bajo a la sala de Strength, llena de racks individuales con sus barras y sus discos para que no me falte de nada. Empiezo con mi trabajo de peso libre en una de las tarimas de madera y como tengo tiempo y me apetece acabar de entrenar un poquito más las piernas de forma específica me voy al Lift. ¿Sabes la sala que digo? Esa sala de pesas que parece una discoteca y que cuando entras hay unos asientos de peluquería a la izquierda con el mensaje motivador de “Move your ass”. 

» De pequeña me decían trabaja en lo que te guste y nunca más volverás a trabajar. ¡Y cuánta razón tenían! «

Te pasas el entrenamiento intercambiando cuatro palabras con la gente, si no hay confianza, hablas del tiempo y si son los de siempre, puedes permitirte alguna bromita ya que a esas horas siempre estamos los mismos.

Toca afrontar el día con energía y actitud. Al haber empezado dedicándome un tiempo para hacer aquello que me gusta me pone de buen humor. Son las 8 de la mañana, vestuario a tope, duchas rápidas, conversaciones sutiles, secadores a máxima potencia y a la cafetería a desayunar.

Hoy me permito desayunar bien. Tengo un ratito antes de empezar con las clases y prefiero desayunar con calma para acabar de ultimar detalles de la jornada que me espera.

¡Qué desayuno! Ahí viene ese platazo con el bocadillo con pan de l’Espiga d’Or lleno de un buen jamón. ¡Aquí sí que saben hacer desayunos! Los bocadillos siempre están bien llenos de embutidos, con su pan crujiente con tomate y ese zumo de naranja recién exprimido. Es perfecto.

Empieza mi jornada, un par de clases en el Cross, un par de entrenamientos personales en la sala de BootCamp y dos asesoramientos en el Fitness Lab. Ha sido una gran mañana, era el cumpleaños de una chica en la clase de Cross y hemos podido disfrutar de unos bomboncitos que ha traído para toda la clase, luego le hemos hecho unos cumpleburpees al ritmo del Parchís y hemos pasado un buen rato. 

Vuelvo a tener un ratito libre así que esta vez me cuadra con una clase de Spinning, tengo un ratito antes de que empiece así que me subo a la tercera planta, a la sala de Egym, me pongo en una elíptica para calentar un ratito mientras veo a la gente hacer las máquinas guiadas. Es impresionante ver como gente que no ha entrenado nunca les es tan fácil y lo hacen tan bien con estas máquinas. Que suerte disponer de esa tecnología para que la gente pueda hacer deporte sin hacerse daño, eso no se encuentra en muchos gimnasios…

En fin, es momento de subirme a la bicicleta de la sala de Spinning y sudar la gota gorda porque… ¡Madre mía! Yo no se que pasa en esa sala pero a la que nos ponemos los 30 a pedalear… terminas la clase KO y empapada.

Antes de volver a la ducha me bajo un ratito a la piscina para hacer unos cuantos largos y un poquito de sauna y jacuzzi. Es un día laboral como cualquier otro, pero ya que tenemos algunas horas muertas, vale la pena dedicarse tiempo a una misma para seguir con la jornada. La zona de aguas está vacía, muy tranquila. En la piscina no hay nadie y me permito el lujo de nadar un poquito para acabar de soltar el cuerpo, hoy no me apetece jacuzzi pero si que voy a ponerme un ratito en la sauna de vapor, así me relajo y estoy en silencio sin que nadie me moleste.

Terminada la mañana es hora de comer y como ando un poco justa de tiempo prefiero comerme una ensalada en la K-fe, hoy me pido el tamaño grande porque después de todo el entrenamiento necesito recuperar energía. 

Como con tranquilidad y el café me lo bajo al Co-work-ing , tengo una reunión on-line y es el espacio más tranquilo del centro. Blanquito, con buena iluminación, con buenas sillas y silencio. Así puedo hablar tranquilamente y no me molesta nadie.

Llegó la tarde y es momento de empezar la segunda parte de mi jornada. Tengo un entrenamiento personal y como hace buen tiempo aprovecho para hacerlo en el Jail. A esta hora y en esta temporada da el solecito y se está muy agusto. Tenemos todo lo que necesitamos, barras, discos, kettlebells y balones. Suficiente para hacer un entrenamiento completo y exigente.

Después me toca clase de HBX Boxing, así que bajo para el Cross a preparar la clase. Justo al pie de la escalera está mi compañera que le toca una buena sesión de Body Pump en el teatro, nos saludamos, intercambiamos 4 palabras típicas: “cuantas clases te tocan hoy” “tienes mucha gente” “como vas de cansancio”… Pero las dos con una gran sonrisa porque tenemos la suerte de dedicarnos a lo que nos gusta en un espacio de 10.

Se nota que son las seis de la tarde porque el gimnasio empieza a llenarse, todas las salas están más llenas y las clases también.

Termino mi jornada con una clase de HBX Boxing, con los 9 sacos de boxeo colgados dando vueltas de lado a lado por los golpes de los clientes y una clase más en el Cross de Strength +50, donde cada vez se anima más gente a probarla. Además son esas personas que notan mejoras enseguida y son super agradecidas.

Es bonito dedicarse a esto, y es muy reconfortante cuando te vienen diciendo que se sienten más fuertes y ágiles gracias a tus clases. La gente en Aqua es muy bonita.

Mi jornada ha terminado, pero hoy quiero hacer un completo. He visto que hay clase de Hatha en la sala de Yoga. Así que es perfecta para terminar mi día. 60 minutos de estiramientos, posiciones diferentes y con la mejor parte de la clase… savasana. 

Toca levantarse, abrigarse y volver a casa. En Aqua sigue el movimiento, las recepcionistas y baristas siguen a tope con la gente que está dando vueltas por el centro, el equipo de limpieza sigue por todos lados manteniéndolo todo en condiciones para que en todo momento los baños y los espacios estén limpios y huelan bien.

Hay un equipo humano increíble dentro de estas cuatro paredes. Vale la pena levantarse y pasar horas aquí dentro, hoy y siempre cubren todas mis necesidades.

Gracias Aqua Sports Clubs, aquí una trabajadora agradecida.

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